El ensamble se propone tanto como un laboratorio de experimentación, juego y aprendizaje individual, como un espacio de crecimiento conjunto, buscando desarrollar un entendimiento grupal y un inconsciente colectivo.
Siendo la improvisación literalmente composición en tiempo real, se trabajarán elementos de la misma: construcción de melodías a través del desarrollo motívico, la imitación, la transposición y variación, distintas texturas y modelos de acompañamiento, la armonía y un entendimiento de la forma musical. Estos conceptos se irán incorporando de manera práctica por medio de ejercicios y juegos, improvisando con pautas.
Se trabajará la escucha y se buscará desarrollar una comunicación entre las y los integrantes a través del contacto visual, yendo más allá de las palabras.
Mantendremos como hilo conductor, organizador intuitivo de nuestro accionar musical, aquello que querramos contar al tocar, nuestra historia: seremos actrices y actores cuyo medio de expresión será el sonido de nuestros instrumentos. Utilizando recursos del teatro y de la interpretación de canciones, buscaremos aquello que cada integrante quiera decir y cultivaremos las herramientas para que pueda transmitir su mensaje. Será el poner el foco en comunicar este mensaje lo que ordene los conceptos teóricos trabajados y los haga fluir de manera inconsciente en nuestro discurso.
Haremos improvisaciones dirigidas, tanto con señas pautadas por el docente como también utilizando nuevos gestos que puedan surgir del trabajo grupal. Cada integrante podrá aprender a dirigir el ensamble, siendo organizadorxs del discurso musical, de la forma de cada pieza y del material que aporte cada intérprete durante la improvisación.
Aparte del trabajo exploratorio, se irán revisitando improvisaciones anteriores, por medio del uso de la memoria, dándoles entidad de composiciones no escritas que irán conformando parte del repertorio interpretado por el ensamble en las muestras del Estudio.
